Con actitud curiosa Paz Herrera da sus primeros pasos en el mundo de la encuadernación en el taller de su padre Venancio Herrera. En 1995 viaja a Madrid y recibe enseñanzas del maestro encuadernador Adolfo Ramos.

A partir de 1996 Paz Herrera decide establecerse como Runa Encuadernación, perfeccionando las diversas técnicas de esta disciplina, potenciando su capacidad creadora con el impulso de la investigación constante.